lunes, mayo 05, 2008

Ojos en marcha

En la fría claridad del atardecer comencé a seguir el viento que golpeaba en tu espalda. Las piedras del asfalto quemaban mi cabeza y los pasos ardían a prisa. En un instante parecía primavera, cuando podía jugar a que era cierto porque todavía no te dabas vuelta para esfumarlo todo. Eras bella y además eras mía cuando vos quisieras, mientras seguías con tu paso acelerado esquivando coches con los ojos del infierno. El día podía reducirse a eso: mis ojos en tu espalda en tu pelo en el viento sobre tus pies enhebrando. Pasaron miles de semáforos y todavía más calles, te metiste entre infinitos edificios y desapareciste por una escalera. Yo me volví solo, bebiendo de tu resaca y con los ojos más grandes del mundo.

1 Comments:

Blogger natalia said...

La calle de los ojos en marcha, marchando inviernos, manchando ensanchados en el bolsillo de uno.

Un abrazo-

09:33  

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